No te acerques a mi tumba
No te acerques a mi tumba sollozando
No estoy ahí.
Estoy en el viento que te acaricia
En las plantas que riegas cada día
En las estrellas que brillan de noche sobre tu hogar
En la sonrisa de tus hijos
En los pajarillos que cantan en tu ventana
Por eso,
No te acerques a mi tumba sollozando
No estoy ahí.
Estoy en tu recuerdo y en tu corazón